Hace poco nos fuimos de excursión al taller de cerámica de Muel, allí aprendimos muchas cosas y pudimos hacer nuestras propias obras de cerámica.
Primero pasamos al taller en el que pudimos hacer vasijas, jarrones, jarras, cuencos de cerámica con el torno, y mientras unos niños estaban en el torno, otros estaban haciendo una figura que podía ser o un gusano o una mariquita, las profesoras de allí nos iban guiando, y después lo decoramos, quedándonos auténticas obras de arte.
Después hicimos una visita por el taller de Muel, en donde se hacen todas las piezas de cerámica. Primero vimos al alfarero, nos contó en qué consistía su oficio y nos hizo varias demostraciones, nos enseñó como se hacía un plato, una jarra, un vaso etc.
Después nos enseñaron cómo se guardaba el barro y nos explicaron que para manejarlo más fácilmente, lo metían en una máquina que se llamaba galletera. A continuación pasamos a otra sala, y allí nos explicaron que la cerámica había que meterla en un horno para cocerla, y una vez cocida la metían en una piscina de color blanco para pintarla.
Por último, la dejaban secar y una vez que estaba seca la pintaban con dibujos muy bonitos, y una curiosidad es que la pintura parecía negra pero después de volvía azul, y estos eran los colores característicos de la cerámica de Muel azul y blanco.
No hay comentarios:
Publicar un comentario